Entonces, un Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna, es para ti.
La UNICEF define a los grupos de apoyo a la lactancia materna (GALM) como:
“grupos de embarazadas y/o mamás que están amamantando –o han amamantado– que se reúnen periódicamente con el fin de compartir experiencias, apoyo e información adecuada acerca de la lactancia materna. La información fluye de madre a madre. Son mujeres ayudando a mujeres. Todas aprenden de todas intercambiando conocimientos, alentándose mutuamente, reflexionando sobre su propia situación y afianzándose en sus decisiones. Esto contribuye a que afirmen la confianza en sí mismas, fortaleciendo sus propias capacidades maternales”.
Desde la década de los 70’s, el arribo y promoción de las leches artificiales, tuvieron tanto éxito, que la lactancia materna comenzó a ser sustituida por la alimentación artificial. El mismo personal de salud, empezó a prescribir la leche de fórmula como parte de los cuidados posnatales. De pronto, la administración de fórmula se convirtió parte de los protocolos de los hospitales, lo cual obstaculiza la instalación de la lactancia en las primeras horas de vida de los bebés.
Creencias erróneas como “hay que completar la toma con fórmula”, fueron dando al traste con miles de lactancias.
Se fueron perdiendo los referentes culturales, es decir, dejamos de ver la lactancia como parte de la vida de una sociedad. Las mamás decidieron que si iban a salir de casa, “lo ideal” era ofrecer la fórmula en biberón, para no tener que lactar en público. Y nos fuimos acostumbrando a “las lactancias de clóset”. Al punto que muchas mamás dan a luz sin nunca haber visto amamantar a alguien.
Las mamás embarazadas que asisten a los grupos de apoyo, tienen la oportunidad de escuchar las historias de otras, comprender la importancia del apego inmediato y del agarre precoz en voz de las propias protagonistas.
Esas mamás que han pasado por partos deshumanizados y que muchas veces se culpabilizan por no haberse informado oportunamente, de pronto hallan alivio al saber que no han sido las únicas, que otras mujeres han pasado por lo mismo y aun así, han defendido sus lactancias. Pero lo más importante, escuchan cómo evitar nuevamente esas situaciones.
Esas mamás que han pasado por partos deshumanizados y que muchas veces se culpabilizan por no haberse informado oportunamente, de pronto hallan alivio al saber que no han sido las únicas, que otras mujeres han pasado por lo mismo y aun así, han defendido sus lactancias. Pero lo más importante, escuchan cómo evitar nuevamente esas situaciones.
Las mamás que llegan al borde de la desesperación por el dolor y las grietas provocadas por la lactancia, comprenden que se trata de un mal agarre y cómo se pueden aliviar las molestias y corregir lo que las provoca.
Mujeres que ignoran que sin importar el tipo de pezón que se tenga, la lactancia es posible y oyen los testimonios de otras mamás que lo avalan.
Mamás que llegan desmoralizadas porque su médico les dice que “su leche no lo llena” o “a partir de los 6 meses ya no sirve” o “está bajo de pecho por falta de leche”, ah, pero eso sí, no les dicen cómo sí pueden aumentar la producción.
En el grupo se enteran que existen Tablas de Crecimiento desarrolladas por la Organización de la Salud (OMS), diseñadas para los bebés alimentados exclusivamente con leche materna y que a veces, ese aparente bajo peso, no existe. Se les platica de los documentos que demuestran que la leche materna NUNCA PIERDE VALOR NUTRIMENTAL, sino que se adecúa a las necesidades del pequeño, e incluso, cambia su composición durante el transcurso del día y JAMÁS SE CONVIERTE EN AGUA de forma milagrosa.
En el grupo se enteran que existen Tablas de Crecimiento desarrolladas por la Organización de la Salud (OMS), diseñadas para los bebés alimentados exclusivamente con leche materna y que a veces, ese aparente bajo peso, no existe. Se les platica de los documentos que demuestran que la leche materna NUNCA PIERDE VALOR NUTRIMENTAL, sino que se adecúa a las necesidades del pequeño, e incluso, cambia su composición durante el transcurso del día y JAMÁS SE CONVIERTE EN AGUA de forma milagrosa.
Las mamás cansadas física (por las desveladas y el fragor de tener un bebé en casa) y emocionalmente (por las críticas, la presión y opiniones de terceros), encuentran un lugar donde las personas que asisten las escuchan sin juzgar, comprenden el reto que es amamantar en una sociedad que le ha dado la espalda a la lactancia.
Se sienten reconfortadas, atendidas, pueden expresar y resolver sus dudas. Pueden hablar de su cansancio sin temor a que se confunda con falta de amor, dedicación o agradecimiento hacia su bebé.
Se sienten reconfortadas, atendidas, pueden expresar y resolver sus dudas. Pueden hablar de su cansancio sin temor a que se confunda con falta de amor, dedicación o agradecimiento hacia su bebé.
Está comprobado que los bebés de mamás que acuden a este tipo de grupos con frecuencia, tienen menos visitas al médico, no sólo porque no se enferman recurrentemente (gracias a las defensas que aporta la lactancia), sino porque no se alarman ante los crisis de crecimiento por los que atraviesan sus bebés.
Confían más en sus capacidades como madre y encuentran a otras mamás que comparten el interés por mantener su lactancia. Escuchan argumentos con los que pueden defender su deseo de amamantar, frente a una sociedad donde lo natural, pareciera que es lo antinatural y escandaloso.
Desde el 2015, la Alianza por el Parto y la Lactancia, lleva a cabo un Grupo de Apoyo presencial. En él, participamos algunas asesoras de lactancia, sin embargo, el estatus de madre va por delante, la intervención que hacemos es sólo para guiar la conversación, aclarar dudas o corregir si es que se está emitiendo información errónea o basada sólo en mitos.
Nuestro grupo, tiene la peculiaridad de dar la bienvenida no sólo a la mamá y a su bebé, sino también a las personas que acompañan esa maternidad y que necesitan recibir a su vez esa información, por ejemplo, las parejas. Los papás que asisten y que se dan cuenta que la lactancia no sólo es un proceso fisiológico sino también emocional, comprenden el papel fundamental que tienen en el éxito de la misma.
Cuando las mamás acuden con la abuelita, la tía, la hermana o la cuñada, etc., reciben además, el regalo del alivio de la presión familiar, que causan todas esas ideas preconcebidas y en ocasiones desactualizadas que se tienen sobre la lactancia. Una de las más socorridas es el mito de “hay que dejar de amamantar después de los 6 meses o cuando les salen los dientes”. Cuando escuchan que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva los primeros 6 meses (es decir, sin tecitos, ni agua de arroz, ni natural, etc.); a partir del 6º mes complementaria (es decir, la leche materna sigue siendo el alimento principal pero se van incluyendo paulatinamente otros) y como mínima hasta los dos años (por los enormes beneficios para el sistema inmunológico de los bebés); se quitan de encima la necesidad de estar justificando el deseo de querer continuar su lactancia.
Cada último sábado de mes, nos reunimos, si quieres asistir a un grupo de apoyo o conoces a alguien que le pueda ser de utilidad, súmate a la comunidad de Maternidad Sustentable para más detalles.
Cada último sábado de mes, nos reunimos, si quieres asistir a un grupo de apoyo o conoces a alguien que le pueda ser de utilidad, súmate a la comunidad de Maternidad Sustentable para más detalles.
Si quieres ponerte en contacto con una asesora de lactancia (477 674 9021).
#x1MexicoSano
*Es mamá, esposa, asesora de lactancia, bloguera, practicante de Reiki y ZhiNeng QiGong, comunicóloga, especialista en Desarrollo Humano y máster en Facilitación de Grupos con enfoque Gestalt.
Whatsapp: 477 674 9021
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