Cada día 25, la ONU
Mujeres hace alguna acción en favor de parar la Violencia Contra las Mujeres,
que se conmemora internacionalmente el 25 de noviembre de cada año.
Hoy es 25 de junio y
quiero cooperar a estas acciones con una reflexión: la violencia que ejercemos como sociedad contra las mamás lactantes y
sus hijos.
El hecho que la sociedad “sugiera” amamantar en privado o
cubrirte mientras amamantas es una forma de violencia velada, que lo que ha
conseguido es erradicar la falta de referentes para las mujeres mexicanas (y me
atrevería a decir del mundo), que no vemos amamantar a otras. Un buen número de
mujeres se ven en el escenario de amamantar a sus bebés sin haber visto nunca a
otra mujer hacerlo.
Y luego viene la otra andanada de acciones que dan al traste
con las lactancias. Por ejemplo, frases como: “cómo
vas a tener suficiente leche con esos pechitos”, “pues si ya no te sale dale fórmula, es lo mismo”, “tu bebé está bien flaco porque tu leche está
aguada”, “no lo llenas”, “para qué te lo pegas a cada rato, lo vas a
malcriar, mejor dale biberón con agua”, "el doctor dijo cada tres horas".
Todas estas frases y muchísimas más coronadas por la sentencia de los médicos:
“a los 6 meses tu leche ya no lo nutre,
dale sólo fórmula y comienza con las papillas”.
Las mamás que sortean todas estas dificultades y perseveran
en sus lactancias, todavía tienen que enfrentar el muro social de: amamantar a un bebé “mayor”. A pesar de
que la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria
(es decir, incorporando otros alimentos adecuados a la dieta diaria) hasta los 2 años, en nuestro país es casi un tabú.
La sociedad se escandaliza ante el hecho de amamantar a un
bebé de un año, dos años o más. Existe el prejuicio de que “sólo las indígenas” amamantan hasta esas
edades. De entrada ya están discriminando con términos así, como si estas
mujeres dieran pecho porque son incultas, pobres o de menor rango. Y por otro
lado, le ponen un cariz moral a un hecho absolutamente natural.
Mientras no normalicemos las lactancias, seguirán existiendo
madres maltratadas por las mismas mujeres de sus familias, de su entorno
social; por hombres que piensan que cuando una mujer amamanta sin cubrirse, les
da permiso a miradas morbosas; por médicos que sin formación en lactancia
prescriben fórmulas y horarios para la alimentación; por medios de comunicación
que encumbran el uso de biberones y sucedáneos sobre la maravilla de la leche
materna con la que no existe comparación.
La leche humana es para bebés humanos, la leche de cualquier
otra especie nunca será la óptima. Sobre todo, porque la leche materna no sólo
aporta nutrientes incomparables que fortalecen su sistema inmunológico y su coeficiente
intelectual, sino también, consuelo, seguridad, confianza…
AMA… AMAmanta…
AMA… AMAmanta…
Si necesitas más información para el éxito de tu lactancia,
busca grupos de apoyo en tu comunidad. En la internet puedes encontrar varios
sitios para informarte:
www.edulacta.com / www.albalactanciamaterna.org / www.elactancia.org / www.facebook.com/MaternidadSustentable/ /
www.edulacta.com / www.albalactanciamaterna.org / www.elactancia.org / www.facebook.com/MaternidadSustentable/ /
Si vives en León, Gto. México, y deseas hacer una cita,
escríbeme al correo: maternidadsustentable@gmail.com
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ti, para alguien que conoces y para formar una sociedad más amorosa, compártela
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