domingo, 27 de abril de 2014

Lo que todo hijo merece escuchar de sus papás...

Esta tarde, en una comida con amigos, conocimos a De León, un artista dedicado a la animación digital, que ha trabajado en varias producciones de este tipo en nuestro país. Mientras nos hablaba con pasión sobre el proceso de creación y desarrollo de personajes, le comenté que a mi hijo le encantaría conocerlo, ya que llena cuadernos con cuentos que él inventa y que además ilustra.
Minutos más tarde, cuando mi hijo se acerca a la mesa le digo: "mira, ves a ese señor de pelo largo? Sabes en qué ha trabajado? En las películas de La Leyenda de la Nahuala y de La Llorona - dos animaciones mexicanas que le encantan -". Mi hijo abre los ojos con asombro, mientras el "señor de pelo largo" viene hacia nosotros y los presento.

De León lo saluda y le dice: "así que a ti es a quién le gusta hacer animaciones? Dice tu mamá que te gustaría saber cómo se hacen las películas..." Y se arranca explicándole cómo se hacían antes y cómo se realizan ahora. Y termina diciéndole lo que todo hijo merece escuchar de sus padres:
"todo lo que tú quieras ser y hacer, puedes hacerlo. Todo es posible. Lo que a ti te guste hacer para vivir lo puedes lograr. Siempre hay manera de aprenderlo y conseguirlo"
Y le entrega una tarjeta con sus datos.
Mi hijo se quedó ahí, con la tarjeta en sus manos, los ojos muy abiertos y una expresión muy particular en su cara. Casi podía escuchar estas últimas palabras resonando en su cabeza.
Y me quedé pensando en la trascendencia que tendrán para él en este momento y en su posible futuro.   Pensaba también, con qué tanta frecuencia escuchan estas afirmaciones de nosotros, sus papás.

Retomando más tarde este encuentro con mi hijo, me sorprendió la cantidad de información que recordaba y el comentario que le hizo a su hermana mayor: "el señor me dió su tarjeta, y me dijo que podía ir a visitarlo para ver cómo lo hacen ellos las animaciones. Y que puedo ir a unas clases que dan para aprender a hacerlas como en las películas que yo quiero hacer!".

No estoy segura si De León se dió cuenta de lo que detonó en mi hijo. En palabras de Humberto Maturana y Ximena Dávila, lo que hizo fue amarlo, pues cuando uno mira al otro y lo legitima en su emoción, lo que gatilla es la conciencia de la propia existencia y las posibilidades que de ella devienen. Reconocer al otro como persona, es sumamente poderoso. Acompañar a mi hijo en esta experiencia de reconocimiento es conmovedor.

Y tú, cuándo fue la última vez que le dijiste a tus hijos: "todo lo que tú quieras ser y hacer, puedes hacerlo. Todo es posible. Lo que a ti te guste hacer para vivir lo puedes lograr. Siempre hay manera de aprenderlo y conseguirlo"... A mí me queda claro que no dejaré de repetírselos en cuanta oportunidad se presente...